Pocos números después de lo sucedido en “Superman: Último Hijo”, el polivalente Geoff Johns se pone nuevamente manos a la obra para continuar con su etapa al frente de Superman, esta vez llevándolo al futuro para ayudar a la la Legión de Superhéroes. Y para tamaña tarea, Johns cuenta otra vez con los lápices de Gary Frank, con quién ha colaborado ya en numerosas ocasiones (la excelente “Superman: Secret Origin”, por ejemplo).
La dupla Johns-Frank se lleva a Superman al siglo XXXI para reparar unos daños que amenazan con destruir la estabilidad y la unificación del universo, todo en nombre del propio Superman.
Curioso relato sobre cómo se puede tergiversar la historia y engañar a la gente para justificar atrocidades en nombre de algo superior, con moraleja oculta y muchos momentos para disfrutar del Hombre de Acero y, como no, de la a veces incomprendida y olvidada Legión de Superhéroes. Seguro que os suena de algo, por desgracia menos ficticio.
Y hablando de personajes incomprendidos, en el tomo se incluye también la historia “Huida de mundo Bizarro”, que tiene lugar en un remoto planeta que de verdad hace honor a su nombre. Una historia sin sentido protagonizada por uno de los villanos más peculiares de Superman y co-escrita por Geoff Johns y Richard Donner (director de la primera adaptación al cine de Superman) y dibujada por Eric Powell.
Como ambos relatos tienen poco que ver entre ellos, más allá de compartir a Superman como protagonista y los guiones de Johns, podemos separar el tomo en dos grandes bloques. Por un lado, la extraña y bizarra (aunque la R.A.E. aún no contemple la acepción anglosajona de la palabra que cada vez está más extendida) historia en la que Bizarro ha montado su propio mundo gracias a la visión Bizarra, cortesía de un sol azul que confiere poderes extraños a los kryptonianos. Un mundo en el que, por supuesto, todo funciona al revés.
Por otro lado tenemos la gran historia de este volumen,“Superman y la Legión de Superhéroes”, un relato cargado de acción y lleno de metáforas sobre el rechazo y la superación ante la adversidad. A simple vista, la sociedad suele tachar de infantiles a los cómics sin pararse a pensar que muchas de sus historias plantean conflictos y ahondan en cuestiones morales como si del mejor cine de autor se tratara. Es el estigma con el que tiene que batallar el noveno arte cada día (también los videojuegos, aunque por suerte cada vez menos).
La que tenemos entre manos es una de esas historias. Enmascarado bajo lo que parece ser otro cómic de superhéroes nos encontramos con un relato en el que se utiliza el nombre de Superman para levantar una sociedad llena de rencor, racista sin saber por qué y cimentada sobre numerosas mentiras contadas para justificar un supuesto bien común que al final no resulta ser más que un acto egoísta perpetrado por alguien que se sentía rechazado.
Geoff Johns explora sobradamente bien ese futuro antaño utópico que se ha ido al traste por una serie de engaños y que ahora nos presenta a la Tierra al borde de la guerra con el resto del universo. Un tema delicado tratado con acierto y tacto, dejando que cada cuál saque sus propias conclusiones y reflexione sobre todo ello a la par que disfruta de una buena aventura de Superman y los Legionarios.
En el dibujo, un Gary Frank soberbio que vuelve a aprovechar la oportunidad para homenajear con su Superman al fallecido Christopher Reeve. Es innegable el parecido entre ambos y lo cierto es que no le sienta nada mal al personaje ese aspecto. No en vano, durante años se ha considerado al actor como el verdadero Superman. Más allá del rostro, Frank se esmera en detallar todos los rasgos de los personajes (a veces con demasiado esmero) utilizando un estilo clásico que llega a asemejarse al del Superman de John Byrne (la utilización del color, salvando las distancias, es similar en algunos casos). Dicho sea de paso, la acción queda muy bien representada y nos regala mucha variedad de viñetas con alguna que otra espectacular cargada de dinamismo. Hay algunas escenas de Superman dándolo todo que se podrían enmarcar.
Por su parte, Eric Powell se centra sobre todo en los personajes (sus fondos son muy minimalistas) con su estilo particular (la influencia de “The Goon” / “El Bruto” se nota en todas partes). En general la estructura de sus páginas es ordenada y además no suele sobre cargarlas, acompañando muy bien a la perturbadora narración de lo que pasa en Mundo Bizarro. Algo que aprovecha muy bien Powell es el talento de Edgar Delgado como colorista, con el que consigue plasmar un contraste enorme entre Mundo Bizarro y Superman. Contraste que, además, también encontramos en las escenas con flashbacks (preciosas todas) que además de utilizar diferentes efectos si se tratan de memorias de Superman o de Bizarro (con algunos toques de color que resaltan en el blanco y negro), crean una atmósfera ideal para la historia.
En cuanto a la edición, ECC ha recopilado en una magnífica edición estas dos historias del Hombre de Acero para deleite de sus seguidores y de aquellos que devoren cualquier cómic escrito por Geoff Johns, con sus más y sus menos. Que en el interior de las páginas haya el número justo de extras para completar la edición con una introducción de Brian K. Vaughan (“Y: El último hombre”) y algunos bocetos de los artistas al final se agradece. No es algo que se cumple siempre pero a veces lo bueno, si breve, dos veces bueno.
“Superman y la Legión de Superhéroes” brinda al lector la oportunidad de embarcarse en una aventura futurista protagonizada por Superman y los Legionarios en la que el eje central de la historia viene a raíz de algo que parece ser innato del hombre: los celos, el resentimiento y la intolerancia. El Hombre de Acero funciona como un icono universal de unificación, paz y superación (incluso sin sus superpoderes), y convirtiéndose en un estandarte de la justicia debe luchar una vez más para que esta se cumpla. El mensaje queda claro y se produce una simbiosis perfecta entre la profundidad de la historia y su tono superheroico. Quizás los más intolerantes deberían echarle un ojo, a ver si así se les pega algo de Superman y los Legionarios.
Para los demás, un gran cómic de Superman que se ha ganado un lugar en mi estantería y, para los que quieran una recomendación, la mejor de las opiniones.
Como curiosidad a destacar tenemos un par de momentos geniales: el cameo de (SPOILER)Zoidberg de “Futurama” (FIN SPOILER) y la visita (plano aereo incluido) a (SPOILER) la Batcueva(FIN SPOILER).
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